El P. Omar Sánchez, director de la Asociación de las Bienaventuranzas y conocido por su vasta labor solidaria en Perú, hizo un llamado a la reflexión y acción en este tiempo de Adviento, instando a no vivir en una burbuja, sino a ser conscientes de la realidad de nuestros hermanos en necesidad.
“No vivas esta Navidad en una burbuja. Sé consciente de la realidad de tu país, donde tanta gente sufre y te necesita. Reflexiona, actúa y sé luz para los demás”, exhortó el sacerdote peruano en una entrevista con ACI Prensa.
El Padre Omar compartió cómo cada gesto de ayuda, por pequeño que sea, puede generar un cambio significativo. Por ello, recordó que el tiempo de Navidad que se avecina “no es sólo una celebración materialista, sino una oportunidad para vivir el verdadero sentido de la Navidad”.
“En la Navidad, volvemos a vivir el misterio del nacimiento de Jesús, con María y José al lado. Esto le da sentido a todos nuestros actos, a las donaciones, porque estamos vistiendo, calzando, alimentando al niño Jesús, y entendiendo que no es dar lo que me sobra, sino dar lo que es importante también para mí. Tengamos un sentido profundo de colaboración, de solidaridad, de amor, de compartir con los más necesitados”, explicó.
La Asociación de las Bienaventuranzas: Una caricia de Dios para los más pobres
La Asociación de las Bienaventuranzas, fundada por el Padre Omar, es un hogar de acogida que brinda refugio y atención integral a más de 500 personas, incluyendo niños, adolescentes, jóvenes, adultos y ancianos en situación de abandono y con diversas enfermedades físicas y mentales.
Inspirada por el mensaje de Santa Teresa de Calcuta, esta obra de Dios ubicada en Tablada de Lurín, una zona de escasos recursos en el distrito limeño de Villa María del Triunfo, vive bajo su emblemático lema: “Si no se vive para los demás, la vida carece de sentido”.
Este año, la asociación materializa su servicio a través de diversas acciones concretas, como campañas de donación y la venta de productos propios, con el objetivo de transformar tanto el corazón de los donantes como el de quienes reciben la ayuda.
Las iniciativas impulsadas por la asociación incluyen campañas como la de “Vestir a un niño o adulto”, que con una donación de 85 soles (22.65 dólares) para niños o 100 soles (26.67 dólares) para adultos, se entrega ropa, calzado y ropa interior a quienes más lo necesitan.
También está la campaña anual de panetones, que permite distribuir este dulce tradicional de Navidad a los hogares de la capital peruana, Lima, en beneficio de los residentes de la casa hogar.
“Lo que hacemos como Asociación de las Bienaventuranzas es dejarnos querer por la gente”, afirmó el sacerdote, quien subraya que la Asociación siempre está abierta a quienes deseen colaborar.
Otra campaña crucial a lo largo del año es la de “S/.8.30”, poco más de 2 dólares, que busca asegurar el desayuno, almuerzo y cena de los más de 500 residentes de la asociación. “Con 8 soles y 30 céntimos logramos el desayuno, almuerzo y cena de un residente o un colaborador. Son 530 en total”, recordó.
«Cada año inauguramos un nuevo proyecto y generamos un nuevo círculo virtuoso: voluntarios que aprenden panificación, jóvenes formándose en el taller de gasfitería”, explicó el Padre Omar. Sin embargo, también destacó que, a pesar de la ayuda recibida, las necesidades son enormes, ya que la asociación tiene 300 personas en lista de espera que no puede recibir por falta de recursos y otras decenas llegan a diario para pedir alimento.
“Todo lo que recibimos se convierte en ayuda directa para ellos y nos permite cumplir nuestros objetivos y metas de apoyo. Nosotros vivimos para los demás, vivimos para ayudar a los más necesitados”, agregó.
Con la ayuda brindada por las personas de buena voluntad, la Asociación organizará la tradicional Fiesta de Reyes Magos, conocida como la “Bajada de Reyes”, que el 6 de enero de 2025 atenderá a entre 3.000 y 5.000 niños de la zona de Tablada del Lurín.
Esta celebración, que involucra a cientos de voluntarios, es una de las grandes fiestas que marca la culminación de la temporada navideña en la Asociación. Los niños, acompañados por actores que representan la festividad, reciben regalos, comida y un cálido abrazo de la comunidad.
Los panetones de Belén “La casa del pan”
En el corazón de la Asociación, funciona la panadería “Belén, la Casa del Pan”, un espacio de esperanza y transformación social. Este proyecto, que se encuentra en las instalaciones de la Asociación, no sólo elabora productos de panificación, sino que también cambia vidas.
El principal objetivo de la panadería es ofrecer formación y capacitación. “Aquí formamos a personas, tanto a nuestros residentes como a gente de la zona, para que aprendan un oficio y puedan emprender”, destacó el sacerdote. Más de 200 personas han pasado por los cursos de panificación, aprendiendo de expertos panaderos.
Uno de los frutos de esta misión es Abraham, un joven que, tras recibir una beca, se graduó como asistente de panificación y ahora trabaja en Belén. “Esta obra ha cambiado la vida de mucha gente. La panadería ha sido un punto de inflexión no sólo para sus trabajadores, sino para toda la comunidad”, asegura el Padre Omar.
La panadería también ha transformado el entorno. “Este lugar, que antes era conocido como el ‘parque de los muertos’ por su peligrosidad, hoy lo llamamos el ‘parque de la esperanza’. Toda la zona ha mejorado gracias al trabajo conjunto”, señaló con orgullo.
Además de los beneficios económicos que aporta a la Asociación, la panadería Belén también refleja una iglesia activa y comprometida. “La iglesia tiene que estar involucrada en todas las realidades temporales. No buscamos hacer un negocio gigante, sino capacitar, ayudar y devolver dignidad a las personas”, concluyó el Padre Omar.
Para más información sobre la venta de panetones y otros productos de panadería ingrese al siguiente enlace: https://goo.su/3hF4vV.
El Padre Omar invita a recordar el verdadero sentido de la Navidad
Para el Padre Omar, el verdadero sentido de la Navidad radica en dar con amor, no con lo que sobra sino con lo que es importante. “La Navidad es una fiesta que toca los corazones de todos, incluso los no creyentes”, reflexionó.
“Lo que nos dan son semillas de amor, porque el amor es lo único que, cuanto más das, más crece. Tú das amor y aumenta el amor en tu corazón”, indicó el sacerdote, resaltando que esta cadena de amor se traduce en alegría para los niños, en alimentos, ropa, medicinas y en la posibilidad de seguir adelante con la misión de la Asociación, que se enfrenta a retos constantes debido a las grandes necesidades.
Al final de la entrevista, el sacerdote aseguró que lo “importante de este tiempo es abrir el corazón a Dios”. “La Navidad debe ser una oportunidad para sembrar paz, armonía y para mirar al otro, como dice el Papa Francisco. Cuando des un regalo, mira a la persona a los ojos”, concluyó.