Ciudad de México. – En el marco del Día Mundial de la Seguridad y Salud en el Trabajo, expertos advierten sobre el creciente impacto de la inactividad física en el ambiente laboral. La Organización Internacional del Trabajo (OIT) destaca la necesidad de prevenir accidentes y enfermedades laborales, con especial énfasis en las lesiones ortopédicas causadas por malas posturas y la falta de movimiento.
Un preocupante 31% de la población adulta mundial no cumple con las recomendaciones de la OMS de al menos 150 minutos de actividad física moderada a la semana. Esta inactividad se asocia con un riesgo de muerte entre 20% y 30% mayor en comparación con individuos físicamente activos, incrementando la probabilidad de desarrollar enfermedades crónicas como problemas cardiovasculares y diabetes tipo 2.
El Centro Médico ABC reporta un aumento significativo en consultas de adultos jóvenes con dolor lumbar, atribuido principalmente a posturas incorrectas prolongadas durante la jornada laboral y la ausencia de pausas activas. Estas malas prácticas pueden dañar ligamentos, articulaciones e incluso huesos de la columna vertebral.
Si bien el dolor lumbar tiene múltiples causas (edad, tipo de trabajo, sobrepeso, etc.), la inactividad física es un factor clave, especialmente en mujeres, quienes presentan una mayor prevalencia.
Para prevenir estas lesiones, especialistas en Rehabilitación Física del Centro Médico ABC recomiendan:
Pausas activas: Incorporar pequeños descansos para estirar cuello, hombros, brazos y piernas, mejorando la circulación sanguínea y la oxigenación cerebral.
Ergonomía: Adaptar el espacio de trabajo (silla, monitor) para lograr una postura correcta, con la pantalla a la altura de los ojos, brazos apoyados y pies en el suelo.
Estilo de vida saludable: Complementar las medidas anteriores con una dieta balanceada y ejercicio regular (caminar, nadar), fortaleciendo músculos y ligamentos.
El «Plan de acción mundial sobre actividad física 2018-2030» de la OMS resalta los beneficios de la actividad física, incluyendo el aumento de la productividad y la reducción del ausentismo laboral. Además, ayuda a prevenir enfermedades crónicas y la demencia en la vejez.
Ante dolores persistentes en cuello, hombros o columna, se recomienda consultar a un especialista en ortopedia o rehabilitación física, evitando la automedicación.
Para abordar el problema del dolor crónico y las lesiones relacionadas con la inactividad física en el trabajo, existen diversas opciones de tratamiento y rehabilitación. Centros médicos especializados ofrecen programas de atención individualizados, que pueden incluir terapias físicas y otras intervenciones para recuperar la movilidad y prevenir futuras lesiones.
La adopción de hábitos saludables, incluyendo la actividad física regular y la correcta ergonomía en el puesto de trabajo, son fundamentales para la salud y el bienestar de los trabajadores, contribuyendo a una fuerza laboral más sana y productiva.