Sevilla, España. Barcelona aumentó su legado como el club más ganador de la Copa del Rey al coronarse con un triunfo 3-2 en la prórroga ante el Real Madrid. Así, los catalanes suman ahora 32 cetros de esta competencia y buscarán el triplete con la Liga de España, donde son líderes, y la Champions, en la cual enfrentarán el miércoles en los cuartos de final al Inter de Milán.
Fue una tarde de contraste para ambos planteles, con una Barcelona que desplegó un futbol sólido frente a un Real Madrid que pese a pelear, cayó en errores vitales. Jules Koundé marcó el tanto de la victoria al minuto 117, mientras que Lamine Yamal fue clave con dos asistencias en los goles de Pedri (28) y Ferran Torres (84).
Hacía cuatro años que el equipo azulgrana no se coronaba en la Copa del Rey, y ahora lo hace de la mano de Hansi Flick, quien suma así su segundo título al conseguir en enero la Supercopa de España.
Mientras los azulgranas celebran lo que pareciera el inicio de una nueva época de gloria, los merengues, campeones de la Liga de España y la Champions, viven una compleja etapa bajo el mando de Carlo Ancelotti tras perder esta final, haber sido eliminados de los cuartos de final del torneo europeo y estar en el segundo puesto en la liga local.
Los dramas habían quedado atrás… al menos por unos instantes. Si apenas un día antes el Real Madrid suspendió su entrenamiento y reclamó por una queja que presentó el silbante Ricardo de Burgos tras ser criticado en el canal de televisión de los merengues, ahora cumplió en presentarse al estadio de la Cartuja en Sevilla.
Sin embargo, no se salvaron de la polémica, pues pese que el trabajo arbitral fue limpio, Antonio Rüdiger se fue expulsado al 120+3, tras caer en la desesperación y el enojo por la derrota y lanzar una botella con dirección de De Burgos, aunque no alcanzó a golpearlo.
Si los merengues habían robado los reflectores previo al encuentro, el Barcelona fue el protagonista en la cancha con una espectacular actuación de la joya juvenil Lamine Yamal al ser la guía que le dieron la ventaja a su equipo y lo rescató en el tramo final de la derrota.
Yamal se quitó con facilidad la marca del rival y envió un pase retrasado que recibió Pedro para disparar con potencia desde la medialuna. Habían pasado 28 minutos y los catalanes abrían el camino hacia otra corona.
Sin embargo, el juego explotó cerc del final del tiempo regular, cuando los merengues dieron la voltereta en apenas siete minutos con pinceladas de Kylian Mbappé (70), quien entró de cambio para marcar un golazo con un tiro libre, y de Aurélien Tchouaméni (70).
La genialidad del triunfo llegó desde los botines de Jules Koundé, quien robó el esférico para iniciar un contra ataque y sentenciar desde la media luna. La fiesta azulgrana estalló entonces.