China se está preparando para dar un salto tecnológico revolucionario sin precedentes con la fabricación y despliegue de un ejército de más de un millón de humanos robots equipados con inteligencia artificial a partir de 2025, tanto bípedos como sobre ruedas. Y es solo el principio de un cambio radical en su visión del mundo del futuro, con los robots invadiendo todas las facetas de la sociedad moderna, de los hogares a las fábricas pasando por hospitales, tiendas o cadenas de logística.
Para empezsar, el gobierno chino y el sector privado han destinado más de 959 millones de dólares al desarrollo. Empresas como BYD y Huawei están a la vanguardia del proyecto, con Chongqing y Hangzhou como centros neurálgicos. Estas medidas no solo buscan acelerar la producción, sino también fomentar la creación de un ecosistema industrial capaz de posicionar a China como el principal productor mundial de robots para 2029. La combinación de estrategias públicas y privadas está transformando rápidamente el panorama de la automatización en el país como ya lo hizo antes con los coches eléctricos y la electrónica de consumo que ahora dominan el mundo.
Los robots creados bajo este plan realizarán tareas concretas en sectores clave. En los hogares, se encargarán de la limpieza, cocina y cuidado de personas mayores, permitiendo una mayor independencia para estos grupos. En la industria, reemplazarán procesos manuales para automatizar completamente las cadenas de producción en sectores como la automoción para 2030, reduciendo costes y aumentando la eficiencia. En hospitales y centros sanitarios, facilitarán la logística interna, asistirán en procedimientos quirúrgicos y mejorarán la gestión de recursos en cuidados intensivos. Además, se planea que estos robots tengan un impacto significativo en áreas como la agricultura, ayudando en tareas de cultivo, cosecha y gestión de recursos naturales.
Robots construyendo robots
Para cumplir estos objetivos, los robots estarán equipados con tecnologías avanzadas que garantizan un rendimiento óptimo en una variedad de entornos. Los sistemas de navegación semántica en 3D permiten interpretar el entorno, planificar rutas eficientes y evitar obstáculos de manera autónoma. Brazos robóticos con múltiples grados de libertad y algoritmos de aprendizaje profundo ensamblan componentes industriales, realizan tareas delicadas y manejan materiales peligrosos con alta precisión. Sensores táctiles, visuales y auditivos de última generación aseguran interacciones fluidas y seguras con los usuarios, adaptándose de manera dinámica a las necesidades de cada tarea.
Un aspecto distintivo es la producción autónoma de robots, un modelo en el que robots diseñados específicamente ensamblan otros robots y supervisan procesos de calidad, optimizando costes y tiempos de producción en el que los robots participan en su propia fabricación. Este sistema incluye el ensamblaje de componentes, la ejecución de pruebas automatizadas y la supervisión de procesos críticos, lo que permite reducir costes y tiempos de producción al mismo tiempo que mejora la calidad del producto final. Al utilizar robots para fabricar otros robots, China está creando un ciclo de producción autosostenible que amplía la capacidad industrial y refuerza su posición competitiva en el mercado global.
Los últimos avances
Dos casos concretos ilustran estos avances. AGI Bot, una startup fundada en 2023 fundada por Huawei, está implementando inteligencia artificial avanzada y sensores de alta fidelidad en los robots para que puedan adaptarse de manera eficiente en entornos complejos. Hasta ahora ha producido 962 robots humanoides, equipados con inteligencia artificial avanzada y sensores de alta precisión que les permiten operar en entornos dinámicos. Los robots de AGI Bot emplean un sistema modular que facilita su configuración para tareas específicas, como manipulación industrial y logística automatizada.
Sus capacidades incluyen navegación autónoma mediante algoritmos de aprendizaje profundo y un diseño mecánico optimizado para soportar cargas pesadas con alta estabilidad. La compañía está desarrollando ahora líneas de producción automatizadas para aumentar significativamente la escala de fabricación y reducir los tiempos de ensamblaje, un avance que posiciona a AGI Bot como un referente en la integración de tecnologías avanzadas y producción eficiente. La compañía Pudu Robotics ha creado el PUDU D9, un robot bípedo equipado con sistemas de navegación avanzados, brazos robóticos de alta precisión y la capacidad de operar en entornos complejos como almacenes, hospitales y cadenas logísticas. Este robot utiliza un sistema de navegación semántica en 3D que le permite mapear su entorno en tiempo real, identificar obstáculos y planificar rutas eficientes.
Los brazos robóticos del PUDU D9, con 7 grados de libertad, pueden manipular objetos delicados y realizar tareas de alta precisión, como el transporte de materiales quirúrgicos o el manejo de paquetes en almacenes logísticos. Además, está equipado con sensores visuales, táctiles y auditivos que le permiten interactuar de manera natural con humanos y responder a comandos complejos, lo que lo hace ideal para entornos colaborativos.
El último desafío
La agresividad en el desarrollo de robots en China se enfrenta a un desafío principal: lograr la plena autonomía operativa sigue siendo una meta ambiciosa, especialmente en tareas que requieren toma de decisiones complejas y adaptabilidad a situaciones impredecibles.
Además están las barreras culturales relacionadas con la aceptación de robots en la vida cotidiana y los posibles conflictos éticos. Pero a pesar de estos retos, el Ministerio de Industria y Tecnología de la Información prevé que para 2027 los robots humanoides serán un motor crucial del crecimiento económico del país y del mundo.
Esto lleva ocurriendo en Japón años, pero los de China será a una escala infinitamente mayor. Lo que quiere Pekín es crear un nuevo estándar en innovación tecnológica y automatización avanzada. El desarrollo de esta tecnología no solo transformará la economía nacional, afirman, sino que también establecerá un modelo para exportar a otros países interesados en integrar robots en sus procesos industriales y sociales.