La compañía del multimillonario Elon Musk envió el jueves una carta a las autoridades locales en la que solicita que se lleve a cabo una elección para convertir a Starbase —la instalación en el sur de Texas donde SpaceX construye y lanza sus enormes cohetes Starship— en una ciudad incorporada.
Los residentes del área presentaron la petición, según la empresa.
¿Dónde está Starbase de Elon Musk y por qué busca ser una ciudad?
La zona se ubica en el extremo sur de Texas, en Boca Chica Beach, cerca de la frontera con México. Musk anunció hace unos meses que se encontraba en el proceso de trasladar las oficinas centrales de SpaceX y de su compañía de redes sociales X de California a Texas.
“Para seguir aumentando la fuerza laboral necesaria para desarrollar y fabricar Starship de forma más rápida, necesitamos la capacidad para hacer crecer Starbase como comunidad. Es por eso que estamos solicitando que el condado de Cameron convoque a una elección para permitir la incorporación de Starbase como la ciudad más nueva en Rio Grande Valley”, escribió Kathryn Lueders, administradora general de Starbase, en una carta dirigida al condado.
El juez del condado de Cameron, Eddie Treviño Jr., el funcionario electo de mayor rango en el condado, no respondió de inmediato a un mensaje en busca de comentarios.
Esta no es la primera vez que se plantea la posibilidad de convertir a Starbase en una ciudad. Musk propuso la idea en 2021 cuando publicó en redes sociales: “Creando la ciudad de Starbase, Texas”.
Señalan a SpaceX por contaminación
Más de 3 mil 400 empleados y contratistas de tiempo completo de SpaceX trabajan en Starbase, según un estudio de impacto local que emitió Treviño a principios de este año.
Sin embargo, algunos residentes se han expresado en contra de la rápida expansión de SpaceX en la región.
Un grupo llamado Save RGV interpuso en julio una demanda en contra de la compañía, acusándola de violaciones ambientales y de verter agua contaminada en una bahía cercana. SpaceX respondió que una revisión estatal no encontró riesgos ambientales y calificó la demanda de “frívola”.