Entre las consecuencias por la ingesta excesiva de refrescos destacan las enfermedades crónico-degenerativas, osteoporosis, gastritis, daño dental, insomnio, problemas renales, sobrepeso, obesidad y hasta enfermedades cardiovasculares, por ello en el Instituto Mexicano del Seguro Social (IMSS) de Coahuila se insiste entre sus derechohabientes sobre las bondades de priorizar el consumo de agua natural potable, que además ayuda a regular el funcionamiento del organismo.
La nutricionista adscrita al Hospital General de Zona (HGZ) No. 1, Cinthia Aracely Resendiz del Bosque, dijo que el Seguro Social se esmera en dar a conocer información respecto al consumo desmedido de los refrescos, que se integran principalmente por altas cantidades de azúcares refinados entre otros elementos como el fósforo, sodio y cafeína y que, de no modificarse, pueden derivar en consecuencias graves.
Además estos componentes predisponen el desarrollo de piedras en los riñones (litiasis renal) y osteoporosis; pueden desencadenar hipertensión arterial y afectar el sistema nervioso con alteraciones como insomnio.
Aunado a lo anterior, este hábito genera resistencia a la insulina la cual provoca que las personas se conviertan en candidatas a sufrir diabetes mellitus. Mientras que para los pacientes con problemas renales, representa un alto riesgo a su condición.
Si bien algunas personas suelen recurrir a estos productos versión light, la nutrióloga instó a no abusar de ellos toda vez que contienen un sustituto de azúcar (aspartamo) en grandes cantidades.
A través de la estrategia NutrIMSS, el Seguro Social orienta mediante herramientas como la Cartera de Alimentación Saludable y Actividad Física sobre los beneficios de eliminar el consumo de bebidas gaseosas, además de promover hábitos de vida que favorezcan el cuidado de la salud.
La recomendación primordial es sustituir los refrescos por agua simple potable o de sabor preparada con frutas naturales de temporada, que resultan más ricas y nutritivas para acompañar los alimentos.