El presidente electo de Estados Unidos, Donald Trump, ha confirmado este miércoles que ha nominado a Marco Rubio para el cargo de secretario de Estado en su futura administración.
«Marco es un líder muy respetado y una voz muy poderosa para la libertad. Será un firme defensor de nuestra nación, un verdadero amigo de nuestros aliados y un intrépido guerrero que nunca retrocederá ante nuestros adversarios», declaró Trump en un comunicado compartido en redes sociales.
Por su parte, Rubio manifestó que «trabajará cada día para llevar a cabo la agenda de política exterior» del dirigente republicano. «Bajo el liderazgo del presidente Trump entregaremos la paz a través de la fuerza y siempre pondremos los intereses de los estadounidenses y de Estados Unidos por encima de todo», escribió el senador por Florida en X.
El retrato político del aspirante a ser jefe de la diplomacia estadounidense
Rubio, de 53 años, es hijo de inmigrantes cubanos. Se convirtió en senador por el estado de Florida tras ganar las elecciones a ese órgano en el 2010 y ha permanecido en el cargo desde entonces. En el Senado, el político republicano ha expresado activamente su posición en cuestiones de política exterior. En el 2015, se presentó como candidato a la Presidencia, pero después de casi un año de campaña, tras perder en las primarias en su estado natal de Florida, decidió retirarse de la carrera.
En política exterior, el senador republicano es un admirador de Israel, partidario de amplias sanciones contra Irán y un duro crítico de China y los gobiernos de izquierda en América Latina.
En cuanto al conflicto entre Rusia y Ucrania, Rubio, que ha sido duro con Moscú en el pasado, respaldó a Trump en la búsqueda de un rápido final al conflicto, señalando que el enfrentamiento entre los países ha llegado a un punto muerto y debe terminar.